Papá nos enseñó un juego nuevo. Somos dos equipos, ella es uno, y yo el otro.
-Si, y yo soy el mejor equipo… ¡lero lero, siempre te gano!
-Es porque sos más chica, yo cuando era chica y jugaba a un juego parecido a este también ganaba más. Lo que tiene de bueno éste juego, es que la cancha nos queda cerca.
-¿Cancha? ¿Qué cancha? No necesitamos Cancha.
-¡Ves que no entendés nada! A ver, ¿Cómo se llama donde jugamos entonces?
-Vagón.
-Bueno, si, pero yo no le quiero decir así, le quiero decir cancha, así que yo juego en una cancha, vos jugá en donde quieras.
-Bueno esta bien, jugamos en una cancha.
Te estaba contando que jugamos en una cancha que por suerte nos queda cerca, vivimos a la vuelta, con Mamá, Papá, y nuestros hermanos. Mamá se lleva tres y Papá se queda con dos. Nosotras.
Y es mucho mas divertido, porque los otros con Mamá no juegan, sólo caminan atrás de ella o a upa. En cambio nosotras, nos pasamos el día jugando.
Vos me preguntaste por el juego, bueno es así: Subimos a la primera cancha, esperamos a que arranque y a partir de ahí caminamos por todo el tren. Ida y vuelta hasta llegar otra vez acá. Mientras caminamos les vamos cambiando como si fueran figuritas estos cartoncitos a los que viajan, por algunas moneditas.
-Y yo siempre gano, porque junto más.
-Ya te dije, sos más chica, sólo por eso. Cuando seas como yo, no te van a dar nada.
¡Ahí está mi tren! Me voy, nos vemos a la vuelta, y vemos quien ganó.
-Chau Enana, suerte…Espero ganar hoy, porque hace rato que vengo perdiendo, y el premio es la cena.
El día en que ésto se haga cotidiano a nuestros ojos, nos habremos convertido en tan solo, un engranaje más.
Gracias a Anita Lobatti por la prosa
10 comentarios:
Qué juego tan triste... La inocencia los protege de la crueldad de su realidad. Pero nosotros que ya no tenemos esa virtud protectora y que vemos esa realidad cotidianamente usamos la indiferencia para preservarnos. Creo que el que siga habiendo aunque sea un niño jugando de ese modo en cualquier cancha, indefectiblemente ya nos hace pieza de ese engranaje macabro a todos.
BUneo, me puso la piel de gallina el pseudo cuento... muy bueno.
Vas a mi columna de recomendados.
Un abrazo.
y despues ana novatti decis que no tenes talento! muy bueno pendeja ojala la gente pudiese pensar un poquito mas como vos!! (me incluyo ajaja) te quiero pendeja nos vemos algun sabado si es que no me retas por algo...
guido.
Qué lindo blog, qué lindo blog!7!!
No entiendo nada cuando bla bla de música, pero me gusta igual!!! jaj
Felicitaciones para el prestigioso, galante, inteligente,original y creativo dueño de ES TE BLOG, sisis.
YO, no se quién sos, habla el dueño del blog, gracias por el comentario, dejame tu blog asi lo pongo de link
No es increíble el cuento, es creíble o sea verdad. La realidad y la inocencia de esos chicos es conciente de que no es una cancha sino un vagon y saben que no juegan sino trabajan para pedir. Nos hacemos los indiferentes. Y ellos nunca pudieron ver algo increíble porque no saben que es jugar.
El peor juego es de la indiferencia de los que observan esta cotidiana crueldad y hacen como si... y con un par de monedas se aseguran la tranquilidad de seguir jugando a la normalidad.
Si bien la resiliencia protege a estos niños ( multiplicados en la vida) del sufrimiento no los ampara de la pérdida de la infancia.
Impecable y real.
No es así Lili, Susy y sus 8 hermanos que contentos esperan el día de salir a "jugar"?
Gracias las ramirez por el comentario, Impecable.
Muchas gracias por la devolución ( un poco exagerada tal vez ?)Será transmitida a Las Ramírez
Muchas gracias por la devolución ( un poco exagerada tal vez ?)Será transmitida a Las Ramírez
Publicar un comentario